¿Por qué es necesario un buen desayuno?
- Mantiene un estado nutricional correcto. Si no desayunas o no lo haces adecuadamente, es difícil que completes los requerimientos de energía, calcio y otros elementos nutritivos en las demás comidas. Un buen desayuno contribuye significativamente al consumo diario de vitaminas y minerales.
- Mejora el rendimiento intelectual y físico. Si suprimes el desayuno, pones en marcha una serie de cambios en tu organismo, debido a que no has comido durante la noche y tu cuerpo necesita combustible para tener energía. Esos cambios alteran la conducta e influyen de modo negativo en el rendimiento físico e intelectual. El empezar el día con un desayuno saludable ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre y ayuda a que te enfoques y a tu rendimiento.
- Ayuda a bajar de peso o a controlarlo. Al mantener tu estómago lleno hasta la próxima comida, evita que comas de más. Además, no te tienta a “picar” rosquillas, dulces, refrescos o golosinas de cualquier tipo, que siempre aportan calorías extra.
- Ayuda al tránsito intestinal y mejora los niveles de colesterol.
Esto no quiere decir que debamos hacer un desayuno super copioso, simplemente que tenga los nutrientes y vitaminas suficientes para llenar de energía nuestro cuerpo, es nuestro combustible para afrontar el día con fuerza y positividad.
Con lo que llegamos a la conclusión final, un buen desayuno equilibrado debe estar compuesto por:
- Calorías
- Grasas simples
- Proteínas
- Vitaminas
- Minerales
Algunas de las consecuencias de saltarse el desayuno son decaimiento y menor rendimiento físico y mental debido al déficit de glucosa – nuestro principal combustible energético – que produce el ayuno.
Además, no desayunar o hacerlo mal, produce unos cambios mentales y físicos que nos incitan a continuar alimentándonos de malas formas durante el resto del día, lo que nos produce estar durante toda la jornada con picos de hambre, con flojedad, poca energía y pocas ganas físicas y mentales de continuar.